Valencia, Teague y el color esmeralda
Estos días miraba twitter y veía las referencias a que la decisión de elegir Capital Mundial del Diseño se adelantaba al lunes. Me puse en la piel de Xavi Calvo y… joder qué nervios. Xavi —una de esas personas que necesitamos tanto porque difunden el diseño a quienes no lo conocen— se ha currado muy mucho esta candidatura. Lleva la tira de tiempo hablando de ello aquí y allá, viéndose con políticos, periodistas y otras especies, recabando apoyos y manifestaciones a favor. ¿Os imagnáis lo que debe costar una tarea así? Si finalmente sale Valencia elegida podemos estarle todos muy orgullosos y agradecidos. Y si no sale, también.
Hace un par de meses escuché en el coche a Xavi hablando con mi amigo Jesús del valor de Valencia en temas de diseño: de la tradición de diseño y producción de muebles, juguetes, de su acervo cartelístico… Confieso que no estaba al tanto de mucho de lo que contaba y me sentí bastante tolai por tener todos los cromos de la HfG de Ulm pero tener lagunas en estos méritos locales.
Esta mañana, de nuevo en el coche, volviendo de ver la obra del refugio, me he acordado de una vez que me entrevistaron en Teague, en la oficina de Seattle con viaje pagado y todo, y se lo he contado a mi hijo. Yo tenía veintitantos y nada podía hacerme más ilusión que entrar en un estudio de diseño de producto tan antiguo y emblemático ¡¡En Seattle, donde yo estudié!! Recuerdo cuando me dijeron que el lunes me daban una respuesta. Pasé un fin de semana de esos de angustia, de no poder pensar en nada más, de casi no poder comer. Así debe estar Xavi y todo su equipo ahora.
A mi en Teague me dijeron que no, que la cosa estaba entre otro candidato y yo, pero que el otro tenía experiencia trabajando con diseño industrial y yo no. Tenían toda la razón, claro y lo encajé bastante bien. Pero ojalá a Valencia sí la elijan, porque probablemente repercuta poco en lo internacional, pero nuestro sector del diseño necesita más autoestima y estas cosas nos pueden a ayudar mucho.
La obra del refugio va viento en popa. Me ha hecho mucha ilusión ver el depósito ya montado y casi funcionando, con su agua cristalina, color esmeralda, que refugiarse lejos de todo no está reñido con una buena ducha.
